
"Era de esperarse, la fuerza de carácter la mantenía firme, mientras el ya inerte cuerpo inciaba el proceso de descomposición esbozando una sonrisa, sin saber si se debía a que los pequeños insectos devoradores de carne habían dado inicio al festín en sus labios, o a que se encontraba en el lugar que había anhelado por toda su existencia..."